Noches de encuentros y viajes


Llegamos casi tarde, era el final de la penúltima canción. Nos sentamos en el último banco que quedaba libre, justo en frente de la actuación. Justo al lado, un joven de pelo rojizo se deleitaba con la voz de quien poseía su corazón. A Philippe le molestaba la luz frente a sus ojos. Aún así nos quedamos. Escuchamos la música mientras él se lió un cigarrillo y yo, acompañé en silencio los coros del grupo gospel-reguee. La música terminó y decidimos andar un poco para tumbarnos en cualquier parte del Parc des Buttes Chaumont Allí, justo al lado, sonaba una guitarra que cantaba español. Nos sentamos no muy lejos, tal vez muy cerca. Philippe dejo su bastón a un lado y allí dejamos que el campo, el cielo perfectamente azul y la temperatura más que agradable nos encantase un poco más.

En un rato, cuando el sol, se dejó marchar, la guitarra, el canto español y quienes les acompañaban recogieron ya para irse. A nosotros no nos quedaba nada allí, así que un muchas gracias y un gusto haberos escuchado… Como si hubiese sido preparado, rápidamente nos invitaron a unirnos a ellos y, montados en una ola de encuentros acabamos la noche entre bailes y cuba.

Encontrar a alguien que vive en Nzérékoré (Guinea Conakry) no es frecuente. Se me puso la piel de gallina cuando aquella muchacha me contaba lo que estaba viviendo, me revivió mi misma historia viviendo no muy lejos, en Tappita (Liberia), y recordando lo que me contaban de aquella ciudad. Pensando en la contradicción de la maravilla de la experiencia contra la dureza de vida que te toca vivir. Las conversaciones se enlazaban unas con otras, gentes con historias, viajes y retratos de los que te tocan y te hacen pensar. – Acabo de hacer un documental sobre como el viaje exterior acelera tu viaje interior. Que idea tan buena, que importante es mostrar el viaje como revolucionador de nuestro interior… al mismo tiempo, su documental se contraponía con quien quiere mostrar, en otro documental, de nuevo, a los que se han ido por la crisis de España. Me gustaría que esta crisis se viese para todos de una manera positiva. Como en la mitología asiática donde crisis significa resurgir. Esta crisis debe ser una revolución para aprender a vivir de nuevo nuestra vida. Ojalá que el documental no se quede en el victimismo que no da frutos.

Cooperantes, ex-cooperantes, expatriados, viajeros, nómadas, búsqueda de encuentros, espíritus libres… creo que habría años de conversación y no se acabaría. Mis pelos electrizados parecen que me ha encontrado al mismo tiempo que perturban al que me encuentra preocupado por mi origen. Tu debes ser mestiza, no te creo que seas española. Cada día más y más se repiten unos y otras, todos asombrados. Tal vez, sea yo la que se vuelve un poco más mestiza si necesidad de cambiar mi origen, pero si mi presente. Mi futuro.

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